lunes, 18 de julio de 2011

Poema 12

No sé por dónde empezar, si por mi llanto o por tu felicidad, no sé si al leer esto me vuelvas a hablar, quizás prefieras cerrar tus ojos y marcharte,
aún sigo pensando en que escribirte, no sé si contarte que el otoño ya no existe, o quizás prefieras saber que aquel lugar nuestro, ahora es oscuro.
Llévate las flores, llévate el jardín, llévate el eclipse y déjame a ciegas, llévate el verano ya no lo necesito, llévate el agua pero no me quites la sed,
Llévate lo que más duele, y lo que no me lastima no lo escondas, deja que eso me ayude, llévate el frío y el calor, un hombre muerto como yo, lo necesita menos.

Déjame tu sonrisa, tu aliento e incluso tu soledad, déjame París, Déjame tu voz, tu silencio, tu suspiro, Déjame todo, menos a mí. 
Ahora que mas o menos sabes lo que quiero, déjame todo y llévate nada, permíteme ser egoísta con tu cuerpo, tus manos, tu piel, contigo.
¿Recuerdas nuestras caricias? No hay una sola noche que no sueñe con ellas, daría todo por sentir tus labios una vez más y tu silencio cada vez menos,
Yo sé que no te interesa saber de mí, así como sé que no quieres hablar conmigo, también entiendo que para ti esto es lo mejor, y lo acepto pero no lo apruebo.

Han pasado tres meses ya, cruzar palabras contigo se ha vuelto una nueva batalla que librar, los te amos se fueron escondiendo detrás de nuestro orgullo,
y el adiós es cada vez más evidente, más fuerte, más cruel y menos sensato, nuestros recuerdos y largas horas lucha ahora son una llave más del pasado.
No te pido que te quedes, porque sé que te irás, no te pido que no me olvides, porque sé que lo harás, no te pido nada, porque sé que sólo eso me darás.
¿Sabes qué es feo? Extrañarte y no poder decírtelo ¿Sabes qué más es feo? Necesitarte y que no estés.

Mi nariz aún visita Lomani, París, sé que sólo tu podrás entender esto cuando lo leas, si lo lees, claro está.
Debo admitirte que no sabía lo que era el adiós, hasta que te fuiste. No sabía lo que era la soledad, hasta que mi cama amanecía siempre arreglada,
Hay muchas cosas que no sabía cuando estabas tú aquí. Por ejemplo, no sabía que era la eternidad, hasta que dejaste de contestarme,
Tampoco sabía que era el silencio, hasta que mi vida se quedo sin tu voz ¿Ves? Aprendí cosas que nunca quise saber en mi vida.

Es momento de despedirme y de agradecerte por todo lo que me diste, gracias por compartir un dos de noviembre conmigo, gracias por enseñarme a volar entre tus nubes.
Antes de que me sigas borrando de tu vida, léeme por última vez, y esta vez entiende que el orgullo nunca debe ser más que el amor.
Hubiera preferido que me dispares y cumplas tu sueño de sacar una bala, a que me digas todas esas palabras, mi corazón te extraña, pero si tu estas bien, él intentara estar bien.
Antes de terminar, quédate un ratito más.

Josué Parra 

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