domingo, 26 de junio de 2011

Un Intento De Mí.


Sentir, que palabra tan ausente para tus manos tan cerca.
Que frío manicomio es el de nuestra cama, no nos deja fumar en paz,
 ni si quiera esa mariposa lívida y llena de lucidez ha vuelto a mi ventana, que más que ventana tiene aires de puerta oxidada, y es de madera.

Así de estúpido e incoherente se vuelve el hombre cuando a tus pies solo existen mis manos sosteniendo tu cuerpo y el suicidio a la vez.
 Que cerca se escucha tu voz cuando no la quiero oír, que cerca se escucha tu silencio cuando he olvidado mis oídos en un sobre,
es esta maldita esquizofrenia la que no me deja escuchar sólo mi voz, me lo ha dicho Van Gogh mientras él me arrancaba las voces de mi oreja.

No quiero ser como Cortázar y su Maga o como Oliveira y Aurora Bernárdez, mentes sumergidas en un juego sin fin, una rayuela de una vida y sin regreso, un viaje efímero e infinito, cruel y absurdo, pero con un fin lógico.
No quiero la vida breve, como la describe Onetti, no quiero miradas como las de Juan Gelman, tampoco quiero manicomios sin leopoldos a quien visitar.

Quiero antipoesias, absurdas y lógicas, como Nicanor y mi apellido.

Josué Parra

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